Hoy en la mañana tuve la fortuna de encontrarme con un panfleto que introdujeron por debajo de la puerta de mi casa. Y digo que tuve la fortuna porque así pude enterarme de algunas cosas que me hicieron reflexionar aún más con respecto a la construcción del relleno sanitario en Tlaltenco, lugar en el que vivo. A continuación el folleto en cuestión (da un clic sobre la imagen para hacerla más grande):
Quiero hacer énfasis en la parte en donde dice: “No se permitió construir la Universidad Marista, no se permitió construir un Hospital General, no se permitió construir una Alberca, no se permitió la construcción de la Gasolinería (sic). No permitan construir el relleno sanitario”.
Cuando leí la parte anterior no sabía si reír o enojarme ante lo que me parece una atrocidad. ¡Eso quiere decir que la comunidad de Tlaltenco pudo haber contado con un Hospital General y con una universidad de prestigio, y simplemente no se permitió! ¿Por qué no se nos dio la oportunidad a los pobladores de contar con servicios de este tipo? ¿A caso no es el progreso uno de los principios fundamentales que busca una sociedad moderna? ¿Qué clase de sociedad queremos ser?
Claro que debemos de tomar en cuenta la cantidad de intereses que hay detrás de proyectos como los antes mencionados y que los terrenos en donde se querían construir estos desarrollos obviamente tienen dueño, mismos que se negaron a la construcción supuestamente por el bien de la comunidad (yo digo que más bien no les llegaron al precio). Si en verdad buscaban un beneficio para esta localidad, bien pudieron negociar y llegar a muy buenos acuerdos, por ejemplo, negociar becas universitarias para los chavos de Tlaltenco o de otras colonias, sin mencionar los servicios de salud y deportivos además de los empleos que se hubieran generado.
No quisimos educación, ni salud, ni instalaciones deportivas, ni una estación de combustible, y ahora estamos a punto de rechazar otro proyecto que ni siquiera sabemos si nos beneficia o perjudica como sociedad (porque al parecer a unos sí les perjudica, sobre todo en el aspecto económico). ¿Entonces qué queremos?; ¿realmente deseamos permanecer justo como nos encontramos en este momento? Es momento de reflexionar, de hacer autocrítica y de que tomemos nuestras propias decisiones.
Por cierto, el folleto está firmado por la diputada del PAN, Elvira Murillo Mendoza, quien tiene su módulo en Calzada de la Viga Número 1646, Colonia Sector Popular (Fracción La Perseverancia), C.P. 09060, Delegación Iztapalapa. Su correo electrónico es emurillo@asambleadf.gob.mx.
Cabe mencionar que la diputada también recalca el hecho de que sólo hay “150 millones de pesos para la compra del terreno”, lo cual refuerza mi hipótesis de que finalmente el conflicto es económico y no de otro tipo.
